Fecha: 12/03/2020
Centro “ La Providencia” Jueves 12 de marzo,2020
Retiro de Monitoras (inicio del año) (Cuaresma)
“ Señor, porqué tengo miedo….si nada es imposible para Ti ”
1ª. Parte
La Cuaresma de este año 2020 será recordada en la historia mundial ya que ha sido un tiempo doloroso, causado por la pandemia del coronavirus, que se ha desatado por todo el mundo, sin respetar ni razas ni credos ni pobres ni a ricos. Y en Chile, los temores e inseguridades se vienen desplegando desde octubre del año pasado, por el descalabro suscitado por una revuelta violenta y destructiva, a la que se han sumado toda clase de personas que se sienten incómodas e insatisfechas viviendo en su propia Patria. Lo más lamentable es la terrible reacción de los jóvenes que vienen arrastrando un odio desde hace años, tomándose los colegios y universidades y destruyendo a su paso lo que podían y ese odio y violencia los ha llevado a enfrentar a las fuerzas de Orden (Carabineros) y les han mal llamado ¡ los jóvenes de la primera línea !.
No se trata de analizar las causas – que no es el tema de este Retiro – sino que tratar de entenderlos de alguna forma. ¿Para qué y por qué tanto odio, contra las iglesias de todos los credos, contra los comerciantes y sus locales, contra los medios de transporte y el Metro ?. Es decir, contra el orden establecido.
Lo que si podemos meditar es qué tenemos todo, más o menos asegurado y funciona normalmente, pero…. hay otras personas que no, pues carecen de un lugar digno donde vivir, en familia, y ni siquiera han tenido una educación e instrucción ad-hoc – la que se requiere en estos tiempos.
Tenemos que reconocer que vivimos muy divididos y per medio de dos o más realidades, y ahí empieza el problema.
En esta cuaresma debemos reflexionar cogiendo esta realidad, que tiene que ser reconocida, el dolor que está remeciendo a nuestra Patria, ¡existe!. Si somos formadores de personas cristianas tenemos que mostrarle a nuestros jóvenes que lo que funciona bien para ellos no es así para todos los chilenos. Y ahí están las piedras que tiran los jóvenes que protestan y que son producto de la destrucción de las calzadas, pavimentos, lugares públicos y privados y son los Carabineros los que reciben esos ataques para poder frenar esa ira de alguna manera.
¿Qué simbolizan las piedras ?
¿Temores?¿inseguridades?¿deseos de destruir todo alrededor? ¡con rabia y odio! ¿ contra quién, contra quiénes?¡ contra el sistema!, dicen. Pero ahí se aprovechan de ellos y se suben al carro algunos políticos. Todo esto nos ha sacado,a todos, de la rutina y sin diferencias de barrios ni sectores, todo se descentró y nos ha descolocado. Pero lo más grave es que la gente con menos recursos es la que más ha perdido, pues n tienen donde abastecerse ni como movilizarse. ¿Para qué tanto horror, entonces?¿ a quienes quieren proteger, si se agreden, justamente, a los más débiles?. ¡Ha sido tan duro, este período ,desde octubre (2019) hasta hoy ¡.Hay un desorden que no se entiende.
Pero todo lado malo tiene un lado positivo y nosotros los cristianos, en oración junto a Jesucristo, debemos ir poco a poco asumiendo y descubriendo. Este caos no sólo lo vivimos en Chile ya que desde hace algún tiempo, en todos los países en que antes veíamos situaciones manejables ¡ahora no! .Pues la violencia comenzó por las luchas de poder, de todo tipo, guerras civiles, guerra fría, religiosas, subversivos, grupos de indignados, grupos a favor de las minorías, jóvenes suicidas con autobombas, etc. etc. ¿El mundo cambió o la realidad se está mostrando? ¡Tantos emigrantes que huyen de su patria, en medio de una guerra, y no son aceptados por los países ¡ ! y viven en la más triste de las miserias, en campamentos, en los límites de su patria !. Y a nosotros en Chile ¿ en qué mundo vivíamos que veíamos tan lejanas estas realidades?¿será porque cada uno está en sus propias cosas o problemas?. Buscando solo estar acomodados y preocupándonos exclusivamente de que todo nos funcione bien a cada uno o al núcleo familiar cercano?.
Ahora la realidad llegó y nos desconcierta, nos cuestiona todo y también la forma que ha ido tomando nuestra vida, pensando si somos o no consecuentes con nuestra fé cristiana.
La iglesia, por este motivo, ha ido realizando cada diez años “Jubileos” para reordenar todo. Porque uno como ser humano, se tiende a acomodar a las situaciones que nos esclavizan y así poder “liberar al cautivo”, perdonar y pedir perdón por las ofensas y revisarnos por dentro, ya que cada uno se va encerrando en su propio mundo y este individualismo (“yoísmo”) tarde o temprano revienta, como ahora, produciendo una crisis y lo peor que hay - una crisis de valores - desde el economista que sólo ve ganancias o pérdidas y no atina a descubrir las causas de los que tiran piedras.
¡Claro!, porque al estar atrapados en nuestra forma de vida no nos damos cuenta que hay cosas superfluas por las que luchamos y dejamos de aportar lo que realmente necesita de nosotros nuestra sociedad. Todas las civilizaciones han tenido sus crisis, y algunas muy drásticas, que han provocado cambios muy profundos en el mundo. Por ejemplo, Grecia, su cultura extraordinaria tuvo su apogeo y su decadencia. El imperio romano que dominó con su riqueza y poderío toda Europa occidental y Medio Oriente y cayó tras las invasiones bárbaras llegando el mundo a sumirse en la Edad oscura o Edad Media. Hubo resurgimientos a través de la Ilustración y el Renacimiento, descubrimiento de América y todos los cambios sucesivos hasta llegar a los grandes descubrimientos industriales, científicos, tecnológicos y en salud.
El Hombre se fue separando poco a poco de Dios, al verse acomodado y capaz de vencer muchos flagelos. Porque los seres humanos sienten que todo lo que desean lo obtienen, aunque sea en base a endeudamiento y se creen superseres, dueños de sí mismos y de su falsa verdad, y quieren liberarse de todo lo que les molesta y no les permite vivir a su antojo. Es como un contrasentido, pues cuando tienen la comodidad que necesitan, en vez de agradecer empiezan a protestar por más y de ahí surgen los indignados y todo tipo de protestas, como son las marchas feministas que, con el pretexto de lograr los mismos derechos laborales y concesiones que los hombres han tenido meten en el saco toda clase de peticiones que nos llevarán a un libertinaje de ideas y antivalores que son inaceptables, en su mayoría, porque no concuerdan con los valores religiosos universales.
Estos sinsentidos se van apoderando de las mentes de todas las personas, especialmente la juventud, y lo peor es que se les adormece la conciencia y empiezan a aceptar las ideas y formas de vida que vengan, con tal que los dejen vivir en paz, entre comillas, y que cada uno haga lo que quiera.
Esto es atroz pues es el adormecimiento del sentido y de la virtud, para lo que fuimos creados por Dios. Pero como a Dios lo han echado fuera de sus vidas ya no se sienten creaturas ni menos Hijos de Dios y si no lo necesito caigo en el pecado más grave, que es la soberbia, que nos hace sentir dueños del Bien y del Mal. Si algo nos molesta lo echamos a un lao, un NO rotundo al dolor, a la complicación, al sacrificio por el otro y hago lo que quiero y vivo como quiero, sin interesarme en el otro, que cada uno se las arregle como pueda.
Nosotros, los cristianos, no podemos cerrar los ojos frente a esta crisis de valores, que nos golpea brutalmente nuestro espíritu. Nuestro deber es defender la Verdad y el Sentido de la Vida que nos fue dado por Nuestro Señor Jesucristo. Pero no podemos enfrentar a piedrazos a quienes nos apedrean. Aunque cada uno en su interior tiene una o más piedras que les gustaría lanzar para que se acabe este lío.
¿Qué piedras siento hoy que quisiera lanzar? Es decir, ¿contra qué tipo de temores, inseguridades y sentimientos negativos convertidos en piedras necesito tirar lejos, caigan a quien caigan?.
Las piedras que guardamos en el corazón solo sirven para amargarnos, destruirnos y hacer sufrir y producir temores y odios a los que nos rodean, porque tarde o temprano las lanzamos a los que no tienen culpa alguna de mis rabias.
En el pasaje de la mujer adúltera Jesús les dicen a los que querían apedrearla “el que esté libre de culpa (pecado) que lance la primera piedra” y ninguno se atrevió a lanzársela. Jesús nos da un ejemplo vivo y no una utopía pues creó un puente de quietud a través de esas piedras. Cada uno de los acusadores pensó en su pecado y se le cayó la piedra de su mano, yéndose cabizbajo. Jesús logró que hicieron con las piedras un acto de constricción, construyendo gracias a Él, un puente de arrepentimiento.
Y San Francisco de Asís vivió en una época de crisis de valores y decadencia de todo tipo y quiso, de alguna forma transformar el mundo en que vivían y eligió el camino de la pobreza para enseñarnos a volver a lo simple, al inicio, al Evangelio que Jesús predicó. En su Oración Simple, que quedó plasmada en la Iglesia, le pide al Señor, a Jesús, poder ser “ instrumento de su Paz”. Y si la traemos a los momentos actuales podríamos decir que él trató de construir Puentes de Amor con las piedras que cada uno lleva en el corazón y que sin Jesucristo Resucitado y sin su Espíritu Santo jamás lograremos construir, para el bien de los demás.
Entonces, para lograr la Paz debemos con esas piedras construir –con Jesús – puentes de PAZ, AMOR y UNIÓN. Donde hay piedras de odio pongamos el puente del amor; de tristeza, la alegría; de duda, la fé; de error, TÚ VERDAD; de oscuridad, TÚ LUZ. Y no nos empeñemos tanto en ser amados, sino en AMAR,…porque dando, se recibe; perdonando, se alcanza el perdón y muriendo se va a la vida eterna.
2ª. Parte : Tiempo de Cuaresma y de Cuarentena.
Con la Oración de San Francisco podemos comenzar a reflexionar sobre esta Cuaresma tan “especial”. Porque gracias a esta terrible epidemia del corona virus que invadió y detuvo a todo el mundo dejándonos encerrados en nuestras casas, podemos en familia, y también a través de los medios de comunicación, evangelizarnos entre nosotros, y conversar como nunca lo habíamos podido hacer. San Francisco le pide al Señor, que lo transforme en Instrumento de Su Paz.
Jesús resucitado, lo primero que les dice a sus discípulos que estaban encerrados es: “No teman, SOY YO, la paz sea con ustedes..”
Si estamos solos o con la familia es el momento de orar juntos, para que el Señor entre a nuestro hogar, Él hace mucho tiempo que golpea las puertas de los hogares para poder transformar sus corazones de piedra, en corazones de carne, como el Suyo.
El covid 19 que hoy atenta contra la salud de todos, sin excepción, trayendo consigo la posible muerte por asfixia y no hay cómo combatirlo, pues es algo nuevo y no habrá vacuna en largo tiempo. …Pero… también está haciendo caer la economía en todo el planeta, lo que podría traer mas caos y pobreza, ya que lo que antes hacía, ya no lo podré hacer y lo que teníamos difícilmente se podrá mantener. Los empleos y trabajos a los que estábamos acostumbrados ya no serán los mismos!!! Entonces, es normal que nos cunda el pánico por el futuro incierto y por enfermarnos y morir.
Qué nos dice todo esto? ¿Para qué servirá tanto dolor? ¿Traerá consecuencias positivas a los seres humanos?
Esta cuarentena interminable coincidió con la Cuaresma y la Iglesia tiene y ha tenido en este período, lecturas especiales para cada día y que nos hacen reflexionar y darnos la Paz que necesitamos para relajarnos de tanto temor, y unirnos para crecer en Paz, como familias cristianas, en un solo cuerpo, el de Jesús Resucitado.
La Cruz de Cristo, es el “Escudo” contra todo mal y temor, es la que nos transforma las piedras del temor, la rabia, de la impotencia, de la desesperanza en el futuro, en puentes de Amor Cristiano, que parte por la pequeña Iglesia doméstica que es” la Familia.”
Este núcleo cristiano, desde hace tiempo ha estado amenazado, se trata de fuerzas muy potentes, que quieren destruirla, como se de lugar, porque el gran enemigo del demonio destructor, es el Amor Cristiano, que parte de las familias unidas.
Los cristianos, debemos mirar con los ojos de Cristo, esta pandemia y ver lo positivo que hay en este momento, producto de este pequeño virus que lleva la corona del flagelo de la muerte y del dominio.
No podemos ir contra los signos de los tiempos, todo mal viene por causas humanas, Dios con su misericordiosa voluntad va transformando ese mal, para un bien superior y eterno, el de la Salvación, el Vivir Su Reino, que es de Vida Eterna y comienza acá donde nacimos.
<nosotros, entonces, que le creemos a Jesús, debemos llevar Su Cruz, como escudo contra todo temor, desesperanza y contra el miedo a la muerte; pues todas las calamidades, a la luz de Jesús, despiertan Vida Nueva.
En esta Cuaresma, que coincide con todo el tiempo que nos da el encierro, nos conviene hacer un examen de conciencia!! Eso nos servirá para salir nuevamente a la Vida Nueva que tendremos que vivir y ligeros de equipaje! Es decir sin temores, sin pesos superfluos! Nos ordenará las prioridades y nos centrará en los valores cristianos, por los que vale la pena luchar y trasmitir ¡!!
En Juan capítulo 3 (1-20), aparece un fariseo llamado Nicodemo, cuya historia todos la conocemos, pero, que es bueno reflexionarla para vivir con esperanza este momento, tan distinto y difícil que estamos viviendo:
“…Este fue de noche, (con temor) a ver a Jesús y le dijo: “Rabí, nosotros sabemos que has venido de parte de Dios, como maestro, porque nadie puede hacer señales milagrosas como las que haces Tú a no ser que Dios esté con Él.
Jesús le contestó: “ En verdad te digo, nadie puede ver el Reino de Dios, si no nace de nuevo de arriba”
¿Cómo renacerá el hombre ya viejo?
¿Quién volverá al seno de su madre para nacer de nuevo?
Jesús le contestó: En verdad te digo: “El que no renace del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios”…
Si cada uno de nosotros, le abrimos a Jesucristo resucitado las puertas de nuestro lugar esta cuaresma, le abrimos el corazón y Él llegará, como un viento que Sopla a tu Vida y la de los que tú amas y quieres que Jesús los convierta.
Hay tres palabras claves, que tenemos que fijar en nuestra mente y corazón, y de la mano de Jesucristo, o protegido dentro de sus llagas y practicarlas siempre.
Ser generosos y agradecidos de toda persona que es mi prójimo. En esta pandemia, debemos pensar en tanta gente generosa que está poniendo su vida en peligro de contraer el covid 19 y de morir por esta lucha. Son los héroes de esta pandemia; como ser, todos los que trabajan en los hospitales y centros de salud; los que atienden los lugares de abastecimiento, los que distribuyen los pedidos a domicilio, los que trabajan recolectando
Basura. Nuestros parientes, amigos y familiares que se preocupan de nuestra salud y nos proveen de cosas básicas.
Como también debemos compartir, alivianar el closet y bodegas, ayudar económicamente al que necesita, alivianar la carga a los demás. Eso es levantar puentes sociales, culturales, económicos, con el Amor de Jesús en nuestras vidas. Ya que ël, no vino a ser servido sino a servir, a dar y darse con amor y generosidad total. Se hizo hombre para entregarse por y para nosotros.
Esto es, ser austeros, y no ostentar, porque el que muestra lo que posee con falso orgullo sea material, intelectual o físico, recibirá los piedrazos de la envidia. No nos olvidemos que todos somos débiles seres humanos, ya que el pecado es parte de nuestro ser. “Sólo Dios es Bueno” dijo Jesús.
La Soberbia o falta de Humildad, nos hace “egocéntricos” y sobresalir en todo sentido, incluso de sentirse “buenos” y proclamarlo, mostrándolo como los fariseos. “Lo que hace la mano derecha no lo debe saber la mano izquierda”
Ostentar para figurar es una falta grave a nuestra verdad, ostentar es vivir en la mentira. Porque todo lo que uno es y tiene es un Regalo de Dios, para ser sus “Instrumentos de Amor”. Por lo tanto, ser humildes, es tener en el corazón la “Sabiduría Divina” que es un Don del Espíritu Santo, que nos hace saborear los regalos de Dios para recibirlos con gratitud y entrega.
Tener prioridades es tener y practicar una escala de valores. Y nosotros los cristianos tenemos que vivir según lo que nos dice Jesús en su Evangelio.
En este período tan especial que estamos viviendo mundialmente en un encierro casi total, aprovechemos el tiempo para reordenar nuestra vida, reordenar nuestro closet y descubrir todo lo que debiera ser primero, para mejorar nuestras relaciones, entre esposos, padres e hijos, entre hermanos y entre amigos.
También es algo muy importante, el hacer un recuento de nuestras faltas y debilidades, para así, salir de ese período “ligero de equipaje”. Es decir, si a alguien no he perdonado es el momento de llamarlo, de construir nuevos puentes de relación cristiana, y si le he fallado a alguien reconocerlo y pedir disculpas. Estas son las prioridades, para aliviarnos el alma.
Es el momento de hablar con el corazón abierto, sin tener vergüenza, cara a cara o por teléfono. Lo que no hacemos hoy, quizá jamás lo haremos. ¡Cuántos viven hoy separados de sus seres queridos! Ya que esta pandemia nos ha aislado a unos de otros, y lo peor es que no sabemos si nos volveremos a ver. Por eso hay que abrir el corazón y demostrar lo bueno que abrigamos dentro por el otro y no lo decimos!
Todo es incierto ahora, frente a este virus mortal. Esto nos hará descubrir las prioridades. ¡qué es lo primero! Y qué es lo superfluo. Qué es lo que me da alegría y paz aún en medio del dolor, como también, qué es lo superfluo que sólo me da inseguridad y problemas, disfrazado de “Seguridad”.
Elijamos lo que es realmente valioso, para retomarlo y caminar con Jesús con ese “hermoso equipaje”, si es que salimos con vida de esta pandemia.
Si analizamos todo lo que nos está sucediendo, tomados de la mano del Señor, Él nos mostrará el camino sin antes dejarnos una lección como nunca antes habíamos aprendido.
1ª lección : Frente a la enfermedad
En una lectura reciente del Evangelio, vimos como Lázaro se enfermó, murió y Jesús le devolvió la vida después de tres días muerto. Jesús dijo a sus Apóstoles: “Esta enfermedad es para que se presente la Gloria de Dios”. Lo de Lázaro fue la prefigura de la resurrección de Jesucristo después de su dolorosa crucificción y muerte.
Incluso Tomás le dice a Jesús que no vayan a Betania, porque allí los esperaban para entregar a Jesús aquellos que se oponían a Él. Tomás, le temía, como todo ser humano, a la muerte. Por eso, es que cuando parten hacia Jerusalén le dice a Jesús ¡Vamos todos hacia allá para morir con Él! (con enojo)
Hoy la pandemia nos asusta porque en el mundo hay mas de cien mil fallecidos y habrán muchos más si no se descubre una vacuna.
Le tememos a la enfermedad porque no sabemos enfrentarla, y no queremos enfermar a otros por contagio.
Por este motivo, estamos como nunca, unidos en familia, muchos separados de sus hijos mayores y nietos, pero unidos a través de los medios de comunicación.
Se nota la importancia que tiene en este momento la familia: núcleo de la sociedad y primera Iglesia, pues nace una especial solidaridad y comunión entre los miembros.
Viven en una unión muy especial y temen por sus adultos mayores, sus abuelos y bisabuelos y se preocupan por ellos, como nunca antes en tiempos normales lo habrían hecho, era al revés, los mayores llamaban y se preocupaban por sus hijos y nietos.
Para los adultos mayores, el peligro de morir por el covid 19 es más probable que el resto, pues las defensas disminuyen. Por lo tanto el miedo a la muerte los mantiene casi dos meses o más encerrados.
Entonces cabe preguntarnos en forma positiva :
¿Qué signos de VIDA, en medio de esta época de enfermedad y muerte, hemos aprendido y sentido al vivir esta pandemia?
2ª lección : Frente a la Vejez
¿Cómo enfrentarnos a este período de nuestra vida? La tercera y cuarta edad nos duele, estamos más débiles, más lentos, nuestra memoria nos empieza a fallar de a poco y estamos mas expuestos.
Pero, tenemos que aceptar y ser realistas que la vida desde la concepción se vive en etapas, y que la vejez y la muerte, son parte del camino que todos tenemos la posibilidad de recorrer. Y nosotros que somos cristianos debemos considerar todas estas etapas como un regalo de Dios. Y agradecerle el llegar a la 3ª o 4ª edad, como también, no temer a la muerte, que es una temida realidad, pero que con Jesucristo se convierte en un paso obligado que nos lleva a la Vida eterna junto al Padre.
¿Qué significa Vida Eterna?
El Evangelio nos dice claramente que la Vida Eterna comienza acá, en el reino de Dios. Y conocer al hijo de Dios, es decir reconocer a Jesús como el Salvador prometido, es “pertenecer desde ya al reino de Dios”.
¡”Adonde iremos Señor! Dijo Pedro, si sólo Tú, tienes palabras de Vida Eterna”.
Oración
Señor ¡a quién recurriremos!!
Solo Tú eres nuestra Vida, solo Tú eres Paz y Amor
Solo Tú , Señor, conoces nuestros dolores y perdonas nuestros errores
“Señor ¿Por qué tengo miedo?
¡Si nada es imposible para Ti!
Lectio Divina : para reflexionar la palabra
Sobre la Humildad : Lc.18, (9-14)
Para los momentos de lejanía y luego conversión leer: (Oseas 4, 1-11) y ( Oseas 6,1-3)
El que le cree a Jesús se pone en camino (Jn 6, 44-51) y (Jn 3, 7-15)
Importancia de la Eucaristía ( Jn.6, 44-51)
Y llamado de Dios y recibir la cruz con Jesús( Mt.11, 25-30)
¡No temer! Y a nombre de Jesús Resucitado id y Evangelizar (Mt.28, 8-15) Y (Lc.24, 35-48)
Y volvieron por un “nuevo camino”(Emaús)(Lc.24, 13-35)